A veces, la vida te sumerge en derroteros que sin darte cuenta te sacan de tu propósito de vida, de pronto te ves sumergido en ese embudo del que parece que no vas a salir y prefieres que te engulla, te abandonan las fuerzas de seguir y crees que … ¡Ya está!... y así se te olvidan cosas y la más importante que se me olvidó en éstos últimos meses… SENTIR …
Sentir mi presencia
Sentir mi cuerpo
Sentir mi alma
Sentirme…
Sentir aquello que me movió a ser quien soy y estar donde estoy… pero cuando un día viene un recuerdo y comienzas a tirar del hilo descubres aquel sueño que te hizo sonreír y apostar por aquello que has vivido.
De repente recuerdas a un personaje y abre esa parte de tu corazón y te devuelve el sentir la VIDA…
Me doy cuenta que no se necesita recorrer el mundo para encontrarse a uno mismo, que el mundo que necesito ya está en mí y tan solo necesito ser valiente para recorrerlo.
Me doy cuenta que la mayor hazaña es descubrirse a uno mismo.
Me doy cuenta que la mayor apuesta es alzar el vuelo.
Me doy cuenta que no busco ser mejor sino yo mismo.
Me doy cuenta que lo de fuera no es, es lo que nace de dentro lo que te lleva a Ser.
Me doy cuenta que la lucha no te lleva a dónde quieres llegar, es el dejarse fluir y aceptar aquello, dejarlo sentir hasta que cuando abres los ojos te das cuenta que estás en el lugar correcto.
Me doy cuenta que si te marcas objetivos pequeños y los vas cumpliendo cuando los sumas te dan un gran proyecto.
Hay tantas cosas que olvidamos a veces y que dejamos atrás que cuando paramos y nos dejamos sentir vuelven, vuelven como batallones, así de repente y te devuelven aquella ilusión perdida.
Te dejo con una frase:
Podemos mucho más de lo que creemos, porque nosotros somos la única limitación que existe en éste mundo. Si sueñas y crees en algo lo puedes conseguir.
Creana
Enero 2022
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